viernes, 20 de julio de 2012

Inyección


No quiero una inyección de  las de aguja de metal y manejables por un doctor.
Quiero una de esas.
De las que me suben la adrenalina.
De las que inducen una sonrisa.
Esas que hacen que te levantes con ganas de vivirlo todo.
Esas que hacen que concilies el sueño no sin un ápice de dulce insomnio.
Quiero una inyección de felicidad. Quiero que me sigan repitiendo las dosis.
NO me las quitéis. Por favor.
El tratamiento va a la perfección, siento sus efectos.
Sigo queriendo, como cada día, una inyección de tu alma. 

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