
Llegar y
llorar.
Llegar y resignarte.
Llegar y disfrutar.
Llegar y querer
huir. Eso es lo triste, lo adecuado sería: Llegar e irse.
Huir: Alejarse deprisa, por
miedo o por otro motivo, de personas, animales o cosas, para evitar un daño,
disgusto o molestia.
Es entonces cuando regresas a aquel lugar que tu madre te ha
enseñado siempre.
Donde te sentías tú. El aire aliviaba. Los tuyos te calmaban. Lo
que siempre has conocido, te respetaba.
Libertad es lo que sientes. Te aíslas de la monótona rutina. Te
alejas de la “nada”.
Te acercas a tu “todo”.
Te acercas a ti.
Se desperdicia mucho tiempo en encontrar la manera de vivir, a veces, un
gasto innecesario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario